Como es sabido, la lengua española posee dos paradigmas para referirse a la segunda persona del plural y con cada uno de ellos se indexa a los interlocutores plurales o a la audiencia. Uno de ellos es el de ustedes y otro es el de vosotros. Con paradigma -y quiero enfatizar esto – quiero decir que cada sistema pronominal posee una serie de variantes claramente distintas que, además, adquieren distintas funciones, como son las de sujeto sintáctico y las de objeto verbal. Así pues, la variante que predomina, y de forma casi categórica, en la lengua española es la omisión del pronombre tanto de sujeto como de objeto, con lo cual, cuando se habla de usar (o desusar) ustedes y vosotros, (sobre todo del segundo), estamos hablando básicamente de desinencias verbales y de morfemas de concordancia, y no de pronombres expresos. Y sí, en relación con esto, la función sintáctica importa, de forma que no es lo mismo el sistema pronominal de sujeto que el de objeto. Son estas cuestiones básicas de morfosintaxis, que el hablante quizás no tiene que dominar (o tal vez sí, si ha recibido cierta educación), pero son de especial importancia para entender la actual tendencia de los hablantes canarios al uso de la segunda persona del plural vosotros y su paradigma.
Para empezar, cuando se dice que un canario usa vosotros, hay que señalar que esto no es cierto. El pronombre vosotros y su variante femenina vosotras son, como señalé antes, especialmente infrecuentes en la lengua española. Y esto viene determinado porque la desinencia verbal en el caso de la función de sujeto (vais, sabéis) es suficiente para reconocer un referente de segunda persona del plural. Por lo tanto, en términos de frecuencia, no es usual que un hablante peninsular utilice el pronombre expreso, como en vosotros sabéis, si bien existen contextos, entre ellos los de pregunta, en los que podría ser obligatorio. Este pronombre vosotros funciona como un sujeto sintáctico. Más extraño aún para cualquier hablante es el objeto expreso a vosotros, que, como el sujeto, tiene su propio morfema de concordancia os, que es el que frecuentemente utilizan los hablantes peninsulares (véase Aijón Oliva 2019: 233) y ahora, de modo más frecuente también, los hablantes de las variedades canarias. Por ello, lo que estamos oyendo (o leyendo, si es discurso escrito) de hablantes canarios es, por ejemplo, oraciones como ¿Qué os apetece comer? en lugar de ¿Qué les apetece comer?
El hablante puede mostrar su opinión acerca de las formas lingüísticas; esto es, puede gustarle más o menos una expresión, un término léxico, una expresión, y, en función de dicha opinión o gusto -completamente subjetivo- puede que la use o no. Podemos, por tanto, aceptar que muchos hablantes condenen el incremento del uso del paradigma de la segunda persona del plural no normativa según la norma del español de Canarias (solo de algunas variantes, y esto tiene su explicación). De hecho, las actitudes lingüísticas han servido como freno para el avance o retroceso del uso de numerosos fenómenos lingüísticos, como bien atestigua la Sociolingüística. El hablante siempre tiene la razón y puede usar o desusar la lengua a su antojo, y, por supuesto, también puede opinar sobre ella. En este sentido, señalar que “cuando un canario usa vosotros muere un baifo, es un tolete o se le aparece el Mencey”, no deja de ser una opinión, y como tal opinión es legítima, pero no científíca.
Pero lo preocupante no es que los hablantes en general adopten ese tipo de actitud y señalen que hay que usar ustedes y sus variantes porque lo contrario es un síntoma de inferioridad, complejo o inseguridad (entre otro tipo de lindezas), sino que este tipo de argumentos los sostengan también profesores, investigadores, periodistas o catedráticos de Filología. Para empezar, explicaciones como estas para el uso del paradigma de la segunda persona vosotros no solo son acientíficas, sino irresponsables. El lingüista debe explicar el uso, no simplemente describirlo, y, menos aún, proscribirlo. Hasta ahora, no parece haberse propuesto una explicación científica clara y convincente de por qué un hablante canario prefiere sustituir ciertas formas del paradigma de ustedes por el de vosotros en ciertos contextos. Simplemente se alude a razones pseudo-psicosociales. Incluso, he leído que cuando un canario “usa vosotros” es un tolete, un bobomierda, o algo similar. Con esto, se está insultando de algún modo al conjunto de los hablantes canarios (por mi parte, soy canaria y no me siento inferior ni insegura). ¿Han hecho (ellos, claro) un estudio psicológico a los que dicen sabéis en lugar de saben, u os en lugar de les/las/los para certificar sus carencias en términos de (in)seguridad o de querer ser más o menos “fino”?
Cuando un hablante elige una forma, elige también su significado, y el significado de las formas lingüísticas es eminentemente lingüístico y no exclusivamente social. Y estos dos paradigmas de segunda persona del plural no son sinónimos, como tampoco son sinónimas las funciones de sujeto y objeto. Si existen dos sistemas diferenciados para la segunda persona del plural en la lengua española con sus distintas variantes, es porque cada una representa una perspectiva diferente de cómo indexar y de construir a los interlocutores en términos discursivo-cognitivos; si no, seguramente no existirían. No voy a describir las cuestiones discursivas y cognitivas que definen a cada paradigma para no introducir detalles demasiado técnicos, pero sí quiero señalar, de forma sucinta, que la sustitución de las formas de segunda persona os, vuestro o la desinencia verbal correspondiente –is (como en sabéis) puede explicarse a partir del distinto significado que tiene cada una de ellas. De este modo, el paradigma de ustedes se corresponde con las desinencias y los clíticos de tercera persona, con lo cual, el referente se percibe también como de tercera persona, por lo tanto, más lejano y, generalmente más objetivo (de ahí surge el tradicional valor de respeto o distancia tradicionalmente atribuido a esta forma y sus variantes). Esto quiere decir que este segundo paradigma en realidad está construyendo un referente de tercera persona. Así, cuando un canario escribe o dice “os agradezco vuestra colaboración” y no “Les/las/los agradezco su colaboración” está acercando a los interlocutores a la esfera comunicativa de la primera persona y, posiblemente, su comunicación con ellos se realice de forma más efectiva, o, dicho de otro modo, llegue mejor a sus interlocutores. Estamos entonces ante un caso de variación, que resulta especialmente útil para ciertas situaciones comunicativas, como los textos escritos en las redes sociales o para expresar contenidos emocionales (véase Serrano 2019).
Es cierto que el paradigma de vosotros (no el pronombre vosotros en sí, que no es frecuente), propio de la variedad peninsular, está presente en los medios de comunicación y que las variedades canarias están en estrecho contacto con ella. Pero es cierto también que hemos sustituido muchas palabras canarias por otras que son ajenas a su norma, del mismo modo que hemos adoptado sin problemas numerosos anglicismos. Por lo tanto, ¿somos bobomierdas también por decir selfi en lugar de autorretrato, blog en lugar de bitácora o bacon en lugarde panceta? Es necesario señalar también que el paradigma de ustedes no es en absoluto patrimonio exclusivo canario, ni debe defenderse como “lo canario” como si se tratara de un producto cárnico en un supermercado. No hace falta recordar que ustedes es también la segunda persona del plural utilizada en las variedades del español americano.
Insisto en que explicar construcciones como esta a partir de la imitación de la variedad peninsular como consecuencia de la inseguridad, de la preferencia por lo ajeno con el consecuente supuesto rechazo a lo propio no solo no explica nada, sino que además conduce a crear cierta confrontación. Tan negativo es instar a alguien a que no utilice os, vuestra o sabéis porque se trata de un presunto caso de deslealtad, como fomentar el uso del paradigma correspondiente a ustedes en pro de “lo canario”.
Por supuesto, la lengua es también un vehículo de manifestación de identidades, pero sirve fundamentalmente para realizar la comunicación entre personas. Por lo tanto, cada cual que diga lo que quiera y que hable como quiera, incluso por encima de la identidad a la que supuestamente deben someterse todos los canarios. Las lenguas y las variedades son dinámicas y están en constante cambio. Por lo tanto, cuando un canario utiliza os, vuestra o sabéis, ni se muere un baifo, ni se es un tolete, ni se le aparece ningún Mencey, simplemente ejerce su derecho natural a usar las opciones de significado más convenientes que le ofrece la gramática de la lengua española.
Aijón Oliva, Miguel Ángel (2019)
Constructing us: The first and second persons in Spanish media discourse. Berlín: Mouton de Gruyter. ISBN: 978-3-11-063564-5.
Serrano, María José (2019)
«Los objetos verbales de persona como variantes de tratamiento interpersonal canario en la red social Facebook», Revista Española de Lingüística Aplicada 32, (1): 333-359.
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