Próximamente se publicará en la Nueva Revista de Filología Hispánica el artículo “Cuando tú eres yo: la inespecificidad referencial de tú como objetivación del discurso”, de María José Serrano y Miguel Ángel Aijón Oliva. En este trabajo se aplica el enfoque científico del grupo CoSoLen sobre la variación morfosintáctica y sus significados a un hecho de indudable interés desde el punto de vista discursivo y cognitivo: la posibilidad, en español y en muchas otras lenguas, de utilizar la segunda persona del singular para exponer un contenido que el hablante deriva de su propia experiencia de la realidad o que, en todo caso, pertenece a su ámbito de opinión personal. En los siguientes ejemplos se puede observar la diferencia entre el uso específico y el inespecífico de tú:
Cuando seas rico no te acordarás de tus amigos (específico)
Cuando eres rico no te acuerdas de tus amigos (inespecífico)
Si se pretende explicar esta peculiar configuración gramatical más allá de lo meramente descriptivo (nivel al que se limitan la mayoría de las alusiones encontradas en estudios gramaticales del español), parece necesario acudir a factores de índole cognitiva. Desde este punto de vista, cabe suponer que el significado básico de tú es siempre el mismo: se trata de la forma no marcada para señalar al interlocutor y convertirlo en perspectiva nocional primaria del contenido de la cláusula. Cuando el hablante atribuye al sujeto tú un contenido que no le corresponde necesariamente en la realidad, sino que, de hecho, parece remitir claramente a las circunstancias y opiniones del propio hablante, lo que hace es llevar a cabo un desplazamiento icónico de su persona discursiva hacia la segunda. Con ello se consigue sugerir que el contenido expresado, aunque no afecte realmente al interlocutor, podría hacerlo; se busca, al mismo tiempo, procurar el acuerdo interaccional a través de la implicación explícita de la segunda persona.
En los siguientes ejemplos de los corpus analizados se observa cómo se proyectan tales estrategias en el discurso:
porque a veces / vas con el coche y quieres encontrar un sitio para aparcar y es imposible / ¿me entiendes? / es imposible puedes dar / vueltas y vueltas y la zona de Avenida de Portuga:l:: es bastante difícil (MEDIASA )
Cuando te metes ahí|||todo cambia\porque tú puedes estar ahí tranquilamente leyendo y o trabajando en el ordenador\ (CCEC )
Normalmente, los indicios contextuales (gramaticales, temáticos, etc.) dejan claro que no se está pretendiendo atribuir dicho contenido deícticamente al interlocutor, sino buscando su aquiescencia hacia una proposición cuya validez se considera lo bastante general como para ser compartida por ambos (así, un enunciado como ?Cuando pones un huevo te quedas muy satisfecha solo podría provocar extrañeza o hilaridad, salvo en algún contexto muy particular).
Por todo lo expuesto, los autores consideran que el tradicionalmente denominado tú genérico o inespecífico puede caracterizarse, de una manera no limitada a lo semántico-referencial, sino orientada a su funcionalidad discursiva, como tú objetivador. En la mayoría de sus contextos, se trata de un recurso que permite matizar la subjetividad inherente a la primera persona y dotar al enunciado de una mayor epistemicidad, como verdad consabida y no necesariamente ligada a la esfera personal del hablante.
Asimismo, el citado trabajo analiza en profundidad las repercusiones significativas de la expresión variable de tú en su uso objetivador, aspecto prácticamente no abordado hasta el momento. Se constata que, mientras que la lengua escrita e informativa potencia la omisión del pronombre casi hasta lo categórico, en la lengua oral y argumentativa tiende a preferirse su expresión (quizá menos esperable a priori, teniendo en cuenta la falta de deixis referencial). Estos datos se interpretan como manifestación de estrategias discursivo-cognitivas parcialmente diferentes en los distintos géneros y situaciones comunicativas. La interacción conversacional, aun llevando a cabo un uso frecuente de la objetivación discursiva a través de tú, matiza dicha objetivación con una solución formal asociada intrínsecamente a lo personal y argumentativo: la expresión del sujeto pronominal (asociación observada repetidamente en estudios previos de nuestro equipo). En otras palabras: se logra una objetivación más subjetiva, más cercana a las circunstancias particulares de los participantes, quizá con el objetivo (in)consciente de favorecer una implicación más directa del interlocutor en el discurso. Por el contrario, la comunicación escrita informativa, más epistémica y despersonalizada, opta generalmente por el recurso de objetivación más prototípico: un sujeto de referencia inespecífica que no se formula explícitamente, haciendo que solo la desinencia verbal actúe como marcador de ese significado objetivo en el enunciado (de modo quizá similar a como lo harían otros morfemas verbales, como el clítico se).
En definitiva, este estudio abre nuevos horizontes a un proyecto científico, ya bastante avanzado pero aún con muchas cuestiones pendientes, sobre la creación de significados y estilos de comunicación a través de la gama de opciones formales que ofrece el sistema gramatical.
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